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Sigue sacándola poco a poco y volviendo a introducirla poco a poco hasta el fondo, dejándome sentir cómo entra en mí una y otra vez , mientras que yo gimo como la primera oportunidad toda vez que regresa a entrar en mí. Me dice lo mucho que le agrada ver su poronga entrar en mí y me siento un tanto celosa por no poder hacer lo mismo. Me ahoga mientras se pone más duro y mucho más veloz y me corro de manera fuerte para él de nuevo. Me pide que me ahogue y mientras lo hago me penetra más profundamente. Se siente tan bien en mí.

Aunque la energía diésel se estaba imponiendo de manera rápida , seguíamos usando varias máquinas con motores de gasolina. Y ahí se encontraba uno de nuestros costos : El hurto de gasolina. Los ladrones no incordiaban bastante a nuestros vecinos que ya se habían pasado al gasóleo (porque el gasóleo traba los motores de gasolina), pero como cada vez eran menos los agricultores que llevaban tractores de gasolina, cada vez había más presión de hurto de gasolina sobre nuestros tractores y el suministro de combustible que les guardábamos.

Me arrastró hasta el bar mucho más próximo , no es que necesite que me arrastren mucho , y pasamos el más destacable par de horas juntos, riendo, recordando, poniéndonos al día generalmente y tomando. Inevitablemente , en el momento en que llegó la tarde, otro par de bares después y bastantes gin-tonics, la charla se volvió mucho más coqueta y nos retiramos a la pequeña sala de arriba del bar de ginebra Misery, con el sol poniéndose por la ventana y el lugar para nosotros.

Me sacudí la angustia y no pregunté por su comunicación. Pero una semana después , un sábado durante la noche , se acostó tarde. Había estado sola en la planta baja en el transcurso de un largo tiempo. En el momento en que subió dijo que K había escrito. Algo en su expresión me mencionó que estaba a punto de percibir algo importante. Las luces estaban apagadas. Había encendido una candela. Se tumbó de espaldas en cama , todavía vestida, encima de nuestra fina colcha de algodón.

Al tiempo que Stacy era alta y delgada, con pechos de copa B y un bonito y apretado trasero , Alice siempre había sido más gruesa. Habiendo pegado un estirón o habiéndose metido en una dieta de fiesta universitaria sin comida, aparentemente había perdido peso en todas partes excepto en el pecho y el trasero. En este momento se encontraba de pie con una cabeza menos que su hermana, con sus pechos a puntito de salirse de su traje y su gran trasero comiéndose cada centímetro de las pequeñas bragas socias a su traje.

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